Gracias al mundo.es, os muestro un artículo donde la suerte y el tesón de esta pontevedresa, se unen para crear su pequeña empresa, os dejo con el artículo. Enhorabuena Beatriz...
"Beatriz con su vestido de novia"
La historia de Beatriz García Barros no es frecuente y mucho menos en los tiempos que corren. En contra de cualquier estudio de mercado, esta atrevida empresaria acaba de inaugurar un comercio de ropa en plena crisis. No le asusta nada, pero lo que realmente le animó fue una colorida casualidad en el día más importante de su vida.
Tiene 35 años y es vecina de la ciudad fronteriza de Tui (Pontevedra), donde acaba de abrir el primer 'outlet' del mundo de la firma de Ágatha Ruiz de la Prada. La famosa diseñadora dispone de seis tiendas (Madrid, Barcelona, Nueva York, Milán, Oporto y París) y desde el pasado mes de mayo también cuenta con un establecimiento para productos fuera de catálogo en el sur de Galicia.
La razón es simplemente la tenacidad y audacia de la joven emprendedora, que no dudó ni un segundo en ponerse en contacto con ella para solicitarle una licencia con la que ofrecer sus diseños. La historia comenzó el pasado mes de agoto cuando se acercaba el enlace matrimonial de Beatriz García con su novio, Emilio Enríquez, y no encontraba el vestido idóneo.
"Me fui con mis hermanas a Pontevedra a comprar el vestido porque habían visto algo por internet, pero cuando me lo puse parecía que estaba disfrazada. Soy una persona natural y de repente parecía Sisí Emperatriz, no me veía. Estuvimos unas diez horas probando vestidos y llegando a Vigo a mi hermana se le ocurrió ir a El Corte Inglés. Faltaban 15 minutos para que cerrase", narra la recién casada.
'Estaba reservado para mí'
En los grandes almacenes encontró de forma inesperada lo que estaba buscando. "Empecé a probármelos todo lo rápido que pude, ya llevaba varias marcas y de repente apareció la chica con uno que me cambió la cara. ¡Ya está¡, era aquel", recuerda Beatriz. El traje era un diseño de Ágatha Ruiz de la Prada y el éxito en la boda celebrada en el Parador de Tui fue total.
"Fue verlo y no había nada más que buscar, me sentí yo, cómoda y feliz. Creo que iba preciosa, estaba reservado para mí. Ya estaba convencida de ir con vaqueros y mira por donde", señala. Poco después se decidió a escribir un correo electrónico "con toda la cara del mundo" para explicarle a la modista su visión empresarial. "Ya conocía cómo funciona una tienda y sabía que Ágatha no está implantada fuera de sus tiendas. Puedes encontrar algo, pero hay muy poco y menos en Galicia", señala.
La respuesta fue casi inmediata y el 18 de noviembre tuvo una reunión decisiva en Madrid. "No sé por qué, no sé si le gustó mi idea, le gusté yo o mi descaro, pero lo único que me recomendó es que me gastase muy poco. 'Si quieres que salga bien, hazlo con poco dinero', me dijo. Así que le hice caso", ríe Beatriz.
Burocracia administrativa
Los mayores problemas llegaron a la hora de realizar todos los trámites y la empresaria lamenta la burocracia administrativa para montar un negocio. "Es muy caro montar una tienda, pero no sólo se trata de dinero. Soy una persona que nunca le había pedido nada a un banco y de repente tengo que pedir miles de cosas. No es cuestión de dinero, sino de las dificultades que te ponen para todo. Me metí en la Fundación Mujeres para que me asesoraran, pero todo lo tuve que hacer yo, un trámite, un papel, 25.000 cosas, Hacienda, Seguridad Social, el electricista, el pintor, proveedores... es muy complicado", señala.
En las tres semanas de apertura la tienda ha logrado calar entre la clientela con el espectacular color magenta que recomendó Agatha Ruiz de la Prada. Gran parte de los compradores, en un porcentaje cercano al 70%, llegan desde el otro lado de la 'raia' portuguesa, pero ahora lo único que le interesa es dar a conocer su tienda. Gracias al mundo.es.
"Beatriz con su vestido de novia"
La historia de Beatriz García Barros no es frecuente y mucho menos en los tiempos que corren. En contra de cualquier estudio de mercado, esta atrevida empresaria acaba de inaugurar un comercio de ropa en plena crisis. No le asusta nada, pero lo que realmente le animó fue una colorida casualidad en el día más importante de su vida.
Tiene 35 años y es vecina de la ciudad fronteriza de Tui (Pontevedra), donde acaba de abrir el primer 'outlet' del mundo de la firma de Ágatha Ruiz de la Prada. La famosa diseñadora dispone de seis tiendas (Madrid, Barcelona, Nueva York, Milán, Oporto y París) y desde el pasado mes de mayo también cuenta con un establecimiento para productos fuera de catálogo en el sur de Galicia.
La razón es simplemente la tenacidad y audacia de la joven emprendedora, que no dudó ni un segundo en ponerse en contacto con ella para solicitarle una licencia con la que ofrecer sus diseños. La historia comenzó el pasado mes de agoto cuando se acercaba el enlace matrimonial de Beatriz García con su novio, Emilio Enríquez, y no encontraba el vestido idóneo.
"Me fui con mis hermanas a Pontevedra a comprar el vestido porque habían visto algo por internet, pero cuando me lo puse parecía que estaba disfrazada. Soy una persona natural y de repente parecía Sisí Emperatriz, no me veía. Estuvimos unas diez horas probando vestidos y llegando a Vigo a mi hermana se le ocurrió ir a El Corte Inglés. Faltaban 15 minutos para que cerrase", narra la recién casada.
'Estaba reservado para mí'
En los grandes almacenes encontró de forma inesperada lo que estaba buscando. "Empecé a probármelos todo lo rápido que pude, ya llevaba varias marcas y de repente apareció la chica con uno que me cambió la cara. ¡Ya está¡, era aquel", recuerda Beatriz. El traje era un diseño de Ágatha Ruiz de la Prada y el éxito en la boda celebrada en el Parador de Tui fue total.
"Fue verlo y no había nada más que buscar, me sentí yo, cómoda y feliz. Creo que iba preciosa, estaba reservado para mí. Ya estaba convencida de ir con vaqueros y mira por donde", señala. Poco después se decidió a escribir un correo electrónico "con toda la cara del mundo" para explicarle a la modista su visión empresarial. "Ya conocía cómo funciona una tienda y sabía que Ágatha no está implantada fuera de sus tiendas. Puedes encontrar algo, pero hay muy poco y menos en Galicia", señala.
La respuesta fue casi inmediata y el 18 de noviembre tuvo una reunión decisiva en Madrid. "No sé por qué, no sé si le gustó mi idea, le gusté yo o mi descaro, pero lo único que me recomendó es que me gastase muy poco. 'Si quieres que salga bien, hazlo con poco dinero', me dijo. Así que le hice caso", ríe Beatriz.
Burocracia administrativa
Los mayores problemas llegaron a la hora de realizar todos los trámites y la empresaria lamenta la burocracia administrativa para montar un negocio. "Es muy caro montar una tienda, pero no sólo se trata de dinero. Soy una persona que nunca le había pedido nada a un banco y de repente tengo que pedir miles de cosas. No es cuestión de dinero, sino de las dificultades que te ponen para todo. Me metí en la Fundación Mujeres para que me asesoraran, pero todo lo tuve que hacer yo, un trámite, un papel, 25.000 cosas, Hacienda, Seguridad Social, el electricista, el pintor, proveedores... es muy complicado", señala.
En las tres semanas de apertura la tienda ha logrado calar entre la clientela con el espectacular color magenta que recomendó Agatha Ruiz de la Prada. Gran parte de los compradores, en un porcentaje cercano al 70%, llegan desde el otro lado de la 'raia' portuguesa, pero ahora lo único que le interesa es dar a conocer su tienda. Gracias al mundo.es.
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